martes, octubre 25, 2005

¡A mí no me gustan las manifestaciones!


Pues sí, es cierto... no me gustan nada.
Pese a que he estado de acuerdo con algunas, todavía no he ido a ninguna... ¡A mis cuarenta y tres tacos! ¿Por qué?
  1. Porque creo más en el diálogo sereno que en la presencia callejera, y lo primero está más cerca de mi forma de ver las cosas.
  2. Porque pienso que existen otras formas más civilizadas (aún, porque desde luego entiendo que las manifestaciones, en cualquier caso, deben ser expresión pacífica de una forma de sentir) de hacer ver lo que se piensa o se siente: Firmas, cartas, escritos, presencia en los medios...
  3. Porque a menudo las manifestaciones parecen una forma de terapia colectiva (chillamos, le damos a la cacerola, y nos desahogamos, al más puro estilo nacional), y después de ellas no hay consecuencias de ningún tipo.
Pero ahora resulta que sí voy a manifestarme en contra de la LOE, por más que me pese (y que tenga que luchar, lo reconozco, contra mi pereza). Pues sí, voy a abandonar mis principios y mi comodidad, pero es obvio que hay muchas razones... ¿Queréis unas cuantas?
  1. Porque estamos en un país donde parece que si uno no chilla en la calle no existe, y así parece evidente en cuanto te informas un poco.
  2. Porque nuestros bienamados próceres, que tanto velan por el bienestar de todos los ciudadanos (por ejemplo) se han pasado por el arco triunfal tres millones doscientas cincuenta mil firmas (reunidas en apenas tres meses y que, sí señores laicistas, son legales), unos cuantos cientos de miles de cartas al Señor Presidente del Gobierno, y han rechazado directamente una buena cantidad de correos electrónicos enviados al mismo, haciendo caso omiso a ese clamor, y prefiriendo atender las peticiones de los amigos de la plataforma laica (más bien laicista, señores, laico soy yo, que no soy cura), que creo que pueden reunirse todos en el salón de su casa. Si un sistema no sirve, hay que probar otro, ¿no?
  3. Porque espero que en esta manifestación, teniendo en cuenta quién la convoca, lo único que va a haber (pese a las esperanzas en contra de algunos grupos mediáticos) es mucha gente que va a decir lo que piensa, sin violencia (ni verbal), a favor de la libertad y contra nadie.
Bueno, espero que seamos muchos quienes pensamos así
Mañana más